Las cuatro paredes de mi habitación me acechan en la penumbra de la noche. Lás cálidas lágrimas recorren sin detener mi fría mejilla, mientras que los ojos se ahogan entre un mar de líquido salado.
El silencio del exterior, es neutralizado por mis propios sollozos que no me dejan respirar.
"Siento que me ahogo"
"Siento que ya no puedo más...no quiero"
Apreto con fuerza mi pecho, pero tal parece que el dolor marcó residencia dentro de mi, y no quiere abandonarme por nada del mundo. Aposentó su estadía y me inunda a sus anchas, dejándome en la más infinita soledad.
"Alguien...¿alguien puede ayudarme?"
No hay nadie. No por ahora.
Intento dar una buena batalla, pero a estas horas, las fuerzas me abandonan, mientras caigo en la inconsciencia del cansancio, deseando que una mano amiga, me aferre lo más fuerte que pueda.
El silencio del exterior, es neutralizado por mis propios sollozos que no me dejan respirar.
"Siento que me ahogo"
"Siento que ya no puedo más...no quiero"
Apreto con fuerza mi pecho, pero tal parece que el dolor marcó residencia dentro de mi, y no quiere abandonarme por nada del mundo. Aposentó su estadía y me inunda a sus anchas, dejándome en la más infinita soledad.
"Alguien...¿alguien puede ayudarme?"
No hay nadie. No por ahora.
Intento dar una buena batalla, pero a estas horas, las fuerzas me abandonan, mientras caigo en la inconsciencia del cansancio, deseando que una mano amiga, me aferre lo más fuerte que pueda.