Cayendo en tus redes. Así es como me siento.
Rememoro tus suaves palabras dichas a mi en nuestro último encuentro. Tu voz fluyendo a través de mis sentidos, aflorando sobre mi piel mis más escondidos sentimientos. Intentando por todos los medios, eliminarles la escapatoria.
Por que no quiero que te des cuenta. No quiero que sepas que ya no tengo alternativas contigo. Que lo que tú querías, lo conseguiste.
Si, es verdad.
Ya no concibo mis días sin ti. No concibo estar en esta soledad. Tu sola presencia me basta.
Pero...eso no lo sabrás. No, no quiero.
¿Por qué tuviste que aparecer? ¿Cuándo juré no volver a creer en ti?
Porque en el pasado, aquella jugarreta terminó mal. Y desde aquel instante, no quise saber nada más de ti ni de lo que tuviese que ver con tu persona.
Todo lo contrario a ahora.
Volviste a mi vida intentando que yo te diese la entrada a la mía. En un primer momento me opuse rotundamente. No te daría esa oportunidad. A mis ojos no te la merecías.
Mas no flaqueaste en tus intentos. Día tras día aparecías ante mi, tus ojos oscuros, aquellos ojos inocentes y tiernos seguían tal cual que en el pasado. Tu mirada en mi persona, la leve sonrisa que asomaba en tus labios, la cual años atrás me hizo perder la cordura.
Y por más que intentaba en mi interior negarme a tu existencia otra vez en mi compañía, algo en mi interior se removía cada vez que te veía aparecer. Mi corazón saltaba en mi pecho al saberme como única dueña de tu interés.
Pero eso no lo sabrás. Guardaré todas mis emociones una vez más. Hasta que...
Siento unos pasos a mi espalda. Silentes, despacios, casi queriendo pasar desapercibidos. No quiero girarme, pues sé que eres tu. No quiero, ya que mi fuerza de voluntad se comienza a desmoronar con cada aparición tuya.
Planeo mantenerme firme, no decaer, pero en cuanto tus manos se posisionan en mis hombros, haciéndome girar y quedar frente a ti, supe que ya no tenía escapatoria alguna. Menos aún, al ver tu sonrisa y tus labios acercarse a los míos, sentí como mis últimas fuerzas se rindieron ante tu escencia.
Porque es verdad. Me encuentro completamente...
...en tus redes.
Rememoro tus suaves palabras dichas a mi en nuestro último encuentro. Tu voz fluyendo a través de mis sentidos, aflorando sobre mi piel mis más escondidos sentimientos. Intentando por todos los medios, eliminarles la escapatoria.
Por que no quiero que te des cuenta. No quiero que sepas que ya no tengo alternativas contigo. Que lo que tú querías, lo conseguiste.
Si, es verdad.
Ya no concibo mis días sin ti. No concibo estar en esta soledad. Tu sola presencia me basta.
Pero...eso no lo sabrás. No, no quiero.
¿Por qué tuviste que aparecer? ¿Cuándo juré no volver a creer en ti?
Porque en el pasado, aquella jugarreta terminó mal. Y desde aquel instante, no quise saber nada más de ti ni de lo que tuviese que ver con tu persona.
Todo lo contrario a ahora.
Volviste a mi vida intentando que yo te diese la entrada a la mía. En un primer momento me opuse rotundamente. No te daría esa oportunidad. A mis ojos no te la merecías.
Mas no flaqueaste en tus intentos. Día tras día aparecías ante mi, tus ojos oscuros, aquellos ojos inocentes y tiernos seguían tal cual que en el pasado. Tu mirada en mi persona, la leve sonrisa que asomaba en tus labios, la cual años atrás me hizo perder la cordura.
Y por más que intentaba en mi interior negarme a tu existencia otra vez en mi compañía, algo en mi interior se removía cada vez que te veía aparecer. Mi corazón saltaba en mi pecho al saberme como única dueña de tu interés.
Pero eso no lo sabrás. Guardaré todas mis emociones una vez más. Hasta que...
Siento unos pasos a mi espalda. Silentes, despacios, casi queriendo pasar desapercibidos. No quiero girarme, pues sé que eres tu. No quiero, ya que mi fuerza de voluntad se comienza a desmoronar con cada aparición tuya.
Planeo mantenerme firme, no decaer, pero en cuanto tus manos se posisionan en mis hombros, haciéndome girar y quedar frente a ti, supe que ya no tenía escapatoria alguna. Menos aún, al ver tu sonrisa y tus labios acercarse a los míos, sentí como mis últimas fuerzas se rindieron ante tu escencia.
Porque es verdad. Me encuentro completamente...
...en tus redes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario