Pienso en ti.
Cada noche, cada día, mientras las horas transcurren lentamente ante mis ojos. Y no puedo evitarlo. Por que a lo lejos, soy capaz de contemplarte, a lo lejos, soy capaz de oirte reír, a lo lejos soy capaz de darme cuenta que aún estás viviendo.
Porque desde que me pediste que me alejara, lo he hecho, apesar del dolor que habita en mi cada día. Por que tus palabras aún resuenan en mi mente, y tu imágen en aquella terraza no me abandona nunca. Y porque no deseo nada más que tu bien.
Y así, a lo lejos, soy muda espectadora de los movimientos del destino, mientras los títeres de esta vida, sucumben ante aquello. Yo entre ellos.
Veo pasar ante mi, imágenes del pasado, mientras me pregunto una vez más por el destino de nosotros. Podríamos estar juntos? Pero cada vez que te veo con ella, los recuerdos atormentan nuevamente.
-Creo que me estoy enamorando - susurraste aquella tarde, ojos fijos en mi.
Y al escuchar aquello, pude sentir como algo apretaba mi garganta con rudeza, dificultándome el paso de aire. A duras penas, pude mantenerte la mirada, mientras luchaba con las sensaciones asfixiantes de saberse dejada.
Y no pude más que aceptar tus condiciones. Por que soy tonta y me basta con poder seguir viéndote, porque a pesar de todo, aguardo por algo que quizás no llegará nunca, porque intento esperar por alguna palabra o algún gesto que me devuelva mi vida.
Y pienso en ti. Aún lo hago. Mis pensamientos se llenan de tu presencia en mi mente, en mis sueños.
Nunca he dejado de hacerlo, aunque me niegue e intente ocupar mi mente en otras cosas, evadiéndome de la realidad que me ronda. De la verdad que me golpea cada vez que te veo con ella, a lo lejos.
Y espero. Espero sin evitar el preguntarme si está bien aún.
Angelito
Cada noche, cada día, mientras las horas transcurren lentamente ante mis ojos. Y no puedo evitarlo. Por que a lo lejos, soy capaz de contemplarte, a lo lejos, soy capaz de oirte reír, a lo lejos soy capaz de darme cuenta que aún estás viviendo.
Porque desde que me pediste que me alejara, lo he hecho, apesar del dolor que habita en mi cada día. Por que tus palabras aún resuenan en mi mente, y tu imágen en aquella terraza no me abandona nunca. Y porque no deseo nada más que tu bien.
Y así, a lo lejos, soy muda espectadora de los movimientos del destino, mientras los títeres de esta vida, sucumben ante aquello. Yo entre ellos.
Veo pasar ante mi, imágenes del pasado, mientras me pregunto una vez más por el destino de nosotros. Podríamos estar juntos? Pero cada vez que te veo con ella, los recuerdos atormentan nuevamente.
-Creo que me estoy enamorando - susurraste aquella tarde, ojos fijos en mi.
Y al escuchar aquello, pude sentir como algo apretaba mi garganta con rudeza, dificultándome el paso de aire. A duras penas, pude mantenerte la mirada, mientras luchaba con las sensaciones asfixiantes de saberse dejada.
Y no pude más que aceptar tus condiciones. Por que soy tonta y me basta con poder seguir viéndote, porque a pesar de todo, aguardo por algo que quizás no llegará nunca, porque intento esperar por alguna palabra o algún gesto que me devuelva mi vida.
Y pienso en ti. Aún lo hago. Mis pensamientos se llenan de tu presencia en mi mente, en mis sueños.
Nunca he dejado de hacerlo, aunque me niegue e intente ocupar mi mente en otras cosas, evadiéndome de la realidad que me ronda. De la verdad que me golpea cada vez que te veo con ella, a lo lejos.
Y espero. Espero sin evitar el preguntarme si está bien aún.
Angelito
De nuevo enhorabuena, me ha encantado el relato, te ha quedado muy bien, como siempre.
ResponderEliminarEspero que ya en tu nuevo destino tengas toda la suerte de este mundo porque te la mereces.
Desde la distancia seguiré esperando tu próximo escrito.